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martes, 12 de enero de 2016

Los originales smokings de nuestros futbolistas en la Gala Balón de Oro

Ayer en Zurich, el pequeño gigante del fútbol Lionel Messi recibía su quinto Balón de Oro en una gala celebrada por la FIFA. Una gala en la que Samuel Eto'o ejerció de anfitrión, ya que fue quien hizo entrega de sus respectivos premios a Leo Messi, ¡cómo no!, pero también al gran Cristiano Ronaldo (CR7), a Marcelo Vieira Da Silva Jr, a Thiago Silva, a Paul Pogba, a Dani Alves, a Sergio Ramos y a Daniel Iniesta entre otros.

El arquitecto alemán Mies Van Der Rohe siempre solía decir que "Menos es más". El centrarse en las formas puras y sencillas mediante colores sobrios y neutros de la forma más discreta posible, para que todo forme parte de un todo (sin estridencias) es un concepto en el que se ha basado el Dress Code masculino desde que en el siglo XIX apareció el smoking en Inglaterra.


Si, si, habéis oído bien, el smoking o dinner jacket apareció hacer ahora 156 años en las cenas de etiqueta en las que después de cenar los hombres se reunían en la biblioteca para fumar (smoking viene del vermo "smoke" que como bien sabéis significa fumar en inglés).
Hasta hace tan sólo unos años, lo importante del smoking era que tuviese un buen corte, que la tela en la que había sido confeccionado fuese de excelente calidad, y que la talla fuese la correcta, porque su estética no solía variar mucho. Lo normal es que esta chaqueta negra suela llevar las solapas en seda o en raso, y sólo se abrocha el botón superior. Al estar de pie se lleva siempre abrochado, y al sentarse se desabrocha.

Los pantalones han de ser de la misma tela que la chaqueta, sólo que van adornados con una cinta de seda o de raso (a juego con las solapas) en el lateral. Las camisas siempre blancas o de un color márfil muy claro suelen ser de hilo lisas, y se caracterizan por llevar un cuello que permita el uso de la pajarita y doble puño para usar con gemelos.
El smoking se lleva siempre con zapatos negros de cordones, preferiblemente de charol, con calcetines finos de seda o de hilo del mismo color. Hasta ahora, los más atrevidos donde más solían innovar era en la pajarita y en el fajín. Lo tradicional es que estos fueran de seda de color negro pero, poco a poco, se han ido introduciendo telas jacquard con diminutos estampados tono sobre tono.


Los más sibaritas empezaron a trocar el tradicional color negro de las chaquetas por unterciopelo azul medianoche tan oscuro que casi parecía negro. De esto a pasar alterciopelo verde botella o al granate a juego con unos slippers sólo fue cuestión de tiempo (recordemos que el smoking se utilizaba para recibir en casa, por eso los slippers sólo se pueden llevar cuando te invitan a cenar a una casa particular).
Entonces fue cuando las grandes marcas de moda masculinas vislumbraron que se había abierto la veda, y aprovecharon para confeccionar propuestas más atrevidasdesempolvando aquellas vistosas telas brocadas con las que también se solían adornar los hombres en la corte francesa del Rey Sol, Luis XIV. Estoy exagerando un poco, sobre todo en lo de desempolvar, porque está claro que los nuevos dinner jacketsde Dolce & Gabbana o de Tom Ford se han convertido en chaquetas de fantasía de terciopelo y seda que permiten a los diseñadores jugar con su creatividad, con estampados no aptos para pusilánimes.

La mejor prueba de ello es la espectacular dinner jacket que se puso Paul Pogba para acudir a la gala, la de Dani Alves e incluso la de Samuel Eto'o que quiso dotar de untwist más moderno a su outfit apostando por el cuero.
Sin embargo, los que están ya duchos en estas lides - véase el caso de Cristiano Ronaldo o del propio Leo Messi -, se han dado cuenta de que lo clásico es hoy en día lo moderno (¡Gracias Nelly Goncalves!), y posaron para los medios más elegantes que nunca permitiéndose una única licencia: la de la pochette de color blanco saliendo del bolsillo superior de sus chaquetas a lo Cary Grant, Clark Gable o James Stewart. ¡Que razón tenía Van Der Rohe al asegurar que menos es más!

Por cierto, y esto va dirigido a Neymar: lo de cubrirse con sombrero y abrigo para acudir a una de estas galas no sólo está permitido sino que es aconsejable, sobre todo en invierno. Lo que ya no es de recibo es que no te quitases el sombrero en toda la noche estando a cubierto. En lo de llevarlo echado hacia atrás ya no me meto, cada uno tiene su propio estilo, pero no quitarse el sombrero es una imperdonable falta de etiqueta, y como ocurre con la leyes su desconocimiento no exime de su cumplimiento.
Fotos | Cordon Press

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