Quienes de forma habitual consumen refrescos en lugar de agua, con cada comida y entre horas, necesitan saber que el consejo de reducir su consumo no sólo se fundamenta en que el agua es la mejor opción. Por eso, dejamos cuatro buenas razones para decirle adiós a los refrescos y diversos consejos para lograrlo.
Por qué deberíamos evitar los refrescos
Hablamos de refrescos refiriéndonos no sólo a los refrescos azucarados fuente de azúcares añadidos sino también a aguas saborizadas o refrescos light.
Así, entre las diferentes razones por las cuales recomendamos decirle adiós a los refrescos se encuentran:
Incentivan el almacenamiento de grasas
Los refrescos, aguas saborizadas y similares azucarados son fuente de azúcares libres que se absorben rápidamente elevando bruscamente la glucosa en sangre.
Así, favorecen el aumento de insulina que a su vez, promueve el almacenamiento de grasas y por otro lado, aportan calorías que derivan únicamente del azúcar.
Por ello, un estudio reciente las asocia a mayor obesidad y por supuesto, sus calorías también predisponen a un aumento de peso.
No sacian sino que generan más hambre
Además de favorecer el almacenamiento de grasas en el cuerpo, los refrescos atentan con nuestra forma física y salud porque no sacian debido a su condición de líquidos sino que por el contrario, pueden generar más hambre.
Como si fuera poco, los refrescos pueden tener sustancias adictivas en su interior tales como el azúcar, la cafeína o similares que nos incentivan a beber más y más cada día.
En el caso de los refrescos light, debido a que utilizan edulcorantes podrían generar mayor apetencia por el sabor dulce y así también incentivar el ingreso de calorías al cuerpo. Pero además, se ha observado que los endulzantes sin calorías pueden generar más hambre también.
Además, una investigación también ha vinculado los refrescos light con mayor grasa abdominal quizá debido a los efectos antes dichos sobre la saciedad y el hambre.
Pueden dañar nuestros huesos y dientes
Los refrescos en general pueden tener una alta cantidad de sodio en su interior y también de fosfatos, sobre todo los de tipo cola. Esto puede reducir la absorción de calcio en el organismo y así, dañar nuestros huesos.
Asimismo, los que poseen azúcares libres o añadidos en grandes cantidades también podrían perjudicar la salud de huesos y dientes como señala una investigación publicada en Osteoporosis International.
Todo esto nos da una razón más para limitar su consumo si queremos cuidar el cuerpo tanto por dentro como por fuera.
Tienen bajo poder hidratante y alto costo
Comparado con el agua que debería ser nuestra bebida habitual, los refrescos en general no calman la sed eficientemente, porque no tienen igual poder hidratante que la primera.
Asimismo, el precio de los refrescos respecto al agua siempre es mucho más elevado, por lo que también dejamos una razón económica para decirle adiós a los mismos.
Consejos para despedirnos de los refrescos
Como hemos dicho antes, los refrescos tienen poder adictivo y fácilmente nos acostumbramos a su consumo, por lo tanto, no es fácil despedirse de los mismos para siempre y darle la bienvenida al agua.
Algunos consejos que nos ayudarán a despedirnos de los refrescos son:
- Inicialmente alternar su consumo con agua o agua con gas. Es decir, podemos diluir refrescos o bien, beber un vaso de agua y uno de refresco en cada comida, de manera de "desengancharnos" poco a poco.
- Escoger aguas saborizadas naturalmente (no opciones industriales), es decir, agua con fruta y verdura fresca, hierbas o especias que nos ayudarán a darle sabor a la bebida sin azúcar añadido.
- Beber infusiones varias tales como café, té o similares en versión caliente o helada para el verano. Esto nos ayudará a compensar la disminución en la ingesta de líquidos que puede conllevar la ausencia de refrescos.
- Optar por zumos de frutas o smoothies de forma ocasional si necesitamos la presencia de los refrescos. Recomendamos su elaboración en casa y con ingredientes frescos.
Todo esto puede ayudarnos a poco a poco despedirnos de los refrescos para lograr beber agua o agua con gas de forma habitual.
Imagen | iStock, Pixabay y Unsplash
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